Janet Lynn Stumbo se apoyó en su bastón y observó a las dos docenas de votantes que se habían reunido en un pequeño pueblo de los Apalaches para reunirse con el presidente del Partido Demócrata de Kentucky.
Stumbo, de 70 años, ex juez de la Corte Suprema de Kentucky, dijo que el evento fue “la reunión demócrata más grande que he visto en el condado de Johnson”, un enclave donde el republicano Donald Trump obtuvo el 85% de los votos presidenciales en noviembre pasado.
Paintsville, la sede del condado, fue la última parada del “Rural Listening Tour” del partido estatal, un esfuerzo periódico para visitar ciudades abrumadoramente blancas y culturalmente conservadoras, del tipo en el que los demócratas alguna vez compitieron y los republicanos ahora dominan a nivel nacional.
El camino de regreso de los demócratas al poder puede comenzar aquí, con una pequeña reunión a la vez, porque será difícil, si no imposible, para el partido recuperar el control del Senado estadounidense o ganar la presidencia sin competir más duramente por los votantes rurales y de los pueblos pequeños.
El partido perdió recientemente senadores de estados con una importante población rural: Montana, Ohio, Pensilvania y Virginia Occidental. Además, los estados liderados por los demócratas están perdiendo población frente a los estados del Cinturón del Sol liderados por republicanos, y algunas proyecciones sugieren que los demócratas perderían 12 escaños en el Colegio Electoral en el censo de 2030.
“La verdad es que dejamos de tener estas conversaciones” en la América rural blanca, dijo Colmon Elridge, presidente del Partido Demócrata de Kentucky. “La gente no abandonó al Partido Demócrata. Dejamos de hacer lo que sabíamos que debíamos hacer”.
No se trata de que los demócratas deban arrasar en la mayoría de los distritos rurales blancos para ganar más elecciones. Siendo más realistas, se trata de reducir sistemáticamente los márgenes republicanos, como Trump redujo las ventajas habituales de los demócratas entre los hombres negros y latinos en 2024, y de forma similar a lo que hizo el gobernador demócrata de Kentucky, Andy Beshear , en dos victorias estatales.
A nivel nacional, Trump ganó el 60% de los votantes de pueblos pequeños y zonas rurales en 2020, según datos de AP VoteCast , y el 63% en 2024. Eso está muy lejos de hace una generación, cuando el demócrata Bill Clinton ganó pluralidades en el condado de Johnson en su camino a capturar los votos electorales de Kentucky en las carreras de la Casa Blanca de 1992 y 1996.
“Tenemos que ser conscientes de cómo construimos algo sostenible”, dijo Elridge. “No es que no hayamos ganado aquí antes”.
Angustia por el dominio del Partido Republicano y la “caricatura” de los demócratas
Durante dos horas en el centro de Paintsville, Elridge escuchó a Stumbo y a otros indignados por la agenda política de los conservadores, expresando su frustración por la posición de Trump en el este de Kentucky y afirmando su determinación de ofrecer una alternativa a sus vecinos. Muchos aportaron sus experiencias personales.
El evento fue en parte un cabildo abierto, en parte una catarsis, en parte una charla motivadora. En cierto modo, las quejas en Paintsville reflejaron el enojo de los demócratas a nivel nacional, a menudo por motivos muy distintos.
Sandra Music, una maestra jubilada que se autodenominaba “nueva demócrata”, se convirtió gracias a Trump. Lamentó el éxito de los conservadores en impulsar los programas de vales de matrícula para escuelas privadas y afirmó que amenazaban un sistema de educación pública “destinado a garantizar la educación de todos”.
Music criticó a los republicanos por hacer una “caricatura” de los demócratas. “Quieren usar palabras clave como: aborto, personas transgénero, niños en deportes femeninos” y “desviar la atención” del resto de la agenda republicana, dijo.
Stumbo, la exjueza, lamentó lo que llamó el giro a la derecha de los tribunales estatales y federales. “Vamos a sufrir daños irreparables”, dijo, “si no detenemos a estos idiotas conservadores”.
Michael Halfhill, que trabaja en el sector de tecnología de la información sanitaria, se mostró incrédulo de que el presidente multimillonario haya conseguido atraer a los votantes de Appalachia, que históricamente es una de las regiones más pobres del país.
“No se trata de izquierda contra derecha. Se trata de ricos contra pobres”, dijo, negando con la cabeza al señalar a los votantes blancos de clase trabajadora (el condado de Johnson es 97,5% blanco) “que votan contra sí mismos”.
Ned Pillersdorf, casado con Stumbo, criticó duramente a los republicanos por sus propuestas de planes de impuestos y gastos federales, especialmente los posibles recortes a Medicaid. Afirmó que Paintsville aún cuenta con un hospital rural, uno de los mayores empleadores de la región, en gran parte porque Kentucky es uno de los estados con tendencia republicana donde un gobernador demócrata amplió Medicaid bajo la Ley de Cuidado de Salud Asequible de 2010.
Elridge, el primer presidente negro de un partido importante en Kentucky, mencionó los ataques de Trump a las iniciativas de diversidad, equidad e inclusión y a las leyes y regulaciones relacionadas con los derechos civiles.
“Aquí es donde Trump y MAGA sobresalen: si alguien que se parece a mí es tu enemigo, entonces no te importa si el tipo en la Casa Blanca está orinando en tu pierna y diciéndote que está lloviendo”, dijo, refiriéndose al movimiento “Make American Great Again” de Trump.
Los republicanos dicen que su “caricatura” demócrata es precisa
Por definición, una “gira de escucha” no está destinada a generar acciones concretas. Elridge y Nicholas Hazelett, presidente del partido demócrata del condado de Johnson, estudiante universitario y concejal de Paintsville, reconocieron que el pequeño grupo era partidario de los demócratas. A pesar de algunos conversos recientes, nadie estaba allí esperando ser convencido.
Al otro lado de la calle, Michelle Hackworth, dueña de una tienda de antigüedades, dijo que ni siquiera sabía que los demócratas estaban celebrando una reunión. Se describió como una “republicana de pura cepa” y sonrió cuando le preguntaron si había considerado asistir.
“No me convencieron de nada”, dijo.
Bill Mike Runyon, un republicano conservador que es alcalde de Paintsville y ama a Trump, pasó inmediatamente a hacer comentarios sociales y culturales cuando en una entrevista se le pidió que explicara la política del condado de Johnson.
Los demócratas, dijo, «tienen que alejarse del radicalismo de extrema izquierda; miren el mensaje transgénero». Además, Runyon añadió: «Todo se ha vuelto un poco racial. No es así aquí en Paintsville ni en el condado de Johnson, pero lo veo como país… Está provocando que las personas sean más racistas entre sí».
Cuando se le preguntó específicamente de quién estaba hablando, aludió a las representantes progresistas estadounidenses Alexandria Ocasio-Cortez, una latina de la ciudad de Nueva York, y Jasmine Crockett, una mujer negra de Texas.
“Son los que siempre se ven en la televisión”, dijo el alcalde.
