Las negociaciones con la administración Trump están poniendo a prueba la cohesión europea a medida que el bloque avanza hacia un posible acuerdo comercial con Estados Unidos.
Los funcionarios de la Unión Europea se están acercando a las líneas generales de un acuerdo que incluye concesiones importantes para el bloque. El acuerdo no es definitivo.
Alemania y otras economías orientadas a la exportación han abogado por una resolución rápida para limitar el daño económico causado por los aranceles estadounidenses. Francia y varios otros países afirman que también desean un acuerdo, pero se han mostrado más inclinados a oponerse a las exigencias estadounidenses.
Se espera que cualquier acuerdo mantenga aranceles del 10% para la mayoría de los productos europeos, dijeron personas familiarizadas con el asunto, y no está claro qué alivio, si lo hay, puede asegurar la UE para sus sectores automotriz y siderúrgico, que ya enfrentan aranceles del 25% y el 50% respectivamente.
La Comisión Europea, el órgano ejecutivo del bloque, informó el lunes a los Estados miembros que continuaría negociando con Estados Unidos antes de la fecha límite del 9 de julio, establecida previamente por el presidente Trump, según informaron fuentes de la reunión. Trump declaró el martes que Estados Unidos estaba en conversaciones con la UE y que probablemente faltaban dos días para que enviara una carta al bloque detallando los aranceles que tendría que pagar el 1 de agosto.
Los funcionarios de la Comisión han dicho a los miembros que las opciones del bloque se reducen a aceptar un acuerdo que favorezca fuertemente a Estados Unidos o rechazar un acuerdo y enfrentar una mayor imprevisibilidad, dijo un diplomático de la UE.
Estados Unidos ha sugerido que podría eximir a algunos sectores de sus aranceles generales del 10%, incluyendo la industria aeronáutica europea, las bebidas espirituosas y algunas tecnologías médicas, según fuentes familiarizadas con las negociaciones. Sin embargo, enfatizaron que cualquier exención requeriría la aprobación de Trump, la cual, según afirmaron, no es segura. Las negociaciones sobre estas exenciones podrían extenderse mucho después de que se alcance y anuncie un acuerdo de principio, según funcionarios.
Las conversaciones ponen a la UE en una situación difícil, y es probable que los efectos de un acuerdo repercutan de diferentes maneras en los 27 países del bloque, poniendo a prueba su unidad.
El canciller alemán, Friedrich Merz, declaró el jueves que «preferiría lo rápido y sencillo a lo lento y complejo». La industria química, el sector farmacéutico, los fabricantes de bienes de equipo y los fabricantes de automóviles del país necesitaban ayuda urgente, afirmó.
Mientras tanto, el presidente francés , Emmanuel Macron , ha abogado en ocasiones por que Europa imponga aranceles a Estados Unidos. La semana pasada dijo que la UE debería compensar cualquier arancel estadounidense con una respuesta que “fomente el desmantelamiento de todo esto”.
Las diferencias sugieren fisuras tras meses de cohesión comercial en la UE. Los líderes han recalcado repetidamente, incluso en reuniones con Trump, que la Comisión Europea gestiona toda la política comercial de todo el bloque. Los temores iniciales de que Trump pudiera intentar atacar a miembros individuales o negociar acuerdos paralelos no se materializaron.
Los líderes nacionales han apoyado públicamente al jefe de comercio de la UE, Maroš Šefčovič , y han elogiado a la comisión por sus actualizaciones periódicas sobre las negociaciones.
“La UE ha sido capaz de mantener un nivel de unidad impresionantemente alto a lo largo de todas las fases anteriores de las negociaciones”, dijo Andrew Small, investigador transatlántico sénior del German Marshall Fund que ayudó a la Comisión Europea a prepararse para el segundo mandato de Trump como presidente.
“Estamos ahora en una fase crítica, en la que habrá impactos muy diferentes para las distintas economías y será más difícil mantener todo esto unido”, dijo.
Alemania, Italia e Irlanda son los principales exportadores de la UE a EE . UU . Alemania es el mayor exportador de automóviles y componentes de la UE a EE. UU. Irlanda es un importante exportador de productos farmacéuticos y médicos. Muchos otros países dependen menos de EE. UU. y no tienen tanto en juego en las negociaciones.
“Los alemanes y los italianos están mucho más interesados en cerrar un acuerdo y, por lo tanto, estarán más dispuestos a aceptarlo, sea cual sea”, afirmó Maria Demertzis, economista jefe para Europa del Conference Board, un centro de estudios global con sede en Nueva York. “Prefieren la certidumbre a la incertidumbre”.
