Cuatro semanas después del final de una breve huelga del personal de aduanas, la principal puerta de entrada de contenedores de México todavía está luchando por volver a la normalidad, con tiempos de espera para atracaderos que aumentaron a 1,8 días, el nivel más alto de este año.
Nadie esperaba que las repercusiones de una protesta de los empleados de aduanas duraran tanto tiempo; el 12 de mayo interrumpieron las labores y bloquearon el acceso al puerto en protesta por las condiciones de trabajo tras el nombramiento de un nuevo jefe de aduanas un mes antes.
El 15 de mayo, el puerto de Manzanillo informó de una reanudación parcial de las actividades aduaneras, y el 21 de mayo se anunció el regreso a las operaciones plenas, pero las alarmas saltaron a principios de junio en medio de señales de que la interrupción no estaba disminuyendo.
La Cámara Nacional de Transporte de Carga, Canacar, describió escenas caóticas, con inspecciones aduaneras de envíos individuales que tardaban más de 72 horas y patios abrumados con miles de contenedores varados. En una publicación en las redes sociales, el
presidente de la cámara, Miguel Ángel Martínez, describió la situación como al borde de un colapso.
En una actualización publicada el 13 de junio, Kuehne + Nagel informó a los clientes de “retrasos significativos” en las operaciones portuarias en Manzanillo.
“Los tiempos de asignación de camiones de exportación requieren 48 horas, y las importaciones requieren de 48 a 72 horas. Debido a los altos volúmenes de exportación, actualmente hay retrasos ferroviarios. El retraso promedio de las importaciones y exportaciones ferroviarias 72 horas”, advirtió.
Hacia finales de la semana pasada, Hutchison y SSA Marine anunciaron medidas de emergencia en sus instalaciones, incluido un horario de apertura extendido y operaciones de 24 horas montadas en la aduana durante dos días consecutivos. Y ayer, GoComet registró retrasos de cuatro días en el puerto.
El rendimiento de contenedores en el puerto subió un 1,5% en los primeros cuatro meses, año tras año, hasta los 1.291.721 TEU, lo que no es un aumento que abrume a la principal puerta de entrada de México.
Sin embargo, Manzanillo ha tenido problemas durante algún tiempo. En un momento dado del pasado mes de octubre, 14 barcos estaban esperando espacio de atraque para descargar su carga.
La productividad del puerto ha disminuido en los últimos cinco años, lo que ha hecho que el tiempo de permanencia de la carga en un barco se haya cuadruplicado, a 168 horas.
Pero el alivio está en el horizonte. En diciembre pasado, el gobierno federal anunció un proyecto de expansión masiva que cuadruplicaría el tamaño del puerto y agregaría cuatro terminales de contenedores, con el objetivo de aumentar la capacidad por encima de los 10 millones de TEU.
Se supone que el proyecto se completará en 2030, por lo que parece que la congestión y los retrasos pueden seguir cerniéndose sobre los operadores durante algún tiempo.
En cuanto a la situación actual, la Asociación de Maquiladoras e Industrias Manufactureras de Exportación de México, Occidente, predijo a principios de este mes que las operaciones podrían tardar hasta cinco semanas en normalizarse. El episodio podría costarle al puerto 150 millones de dólares en ingresos perdidos, agregó.
Fuente: https://theloadstar.com/mexican-gateway-struggling-to-get-back-to-normal-weeks-after-strike-ends/